Introducción:
La V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe nos lanzó a la Misión, declarando al continente en un estado de Misión permanente. Al principio con una terminología variable: Gran Misión Continental; Gran Misión; Misión permanente; Gran Misión para una misión permanente. Finalmente se precisó el nombre: La Misión Continental en… (en México, en la diócesis tal, en la parroquia X…). Y se va concretando en proyectos a realizarse en cada comunidad.
I. En el espíritu de Aparecida
Dice el Mensaje a los pueblos: “Convocamos a todos nuestros hermanos y hermanas para que, unidos con entusiasmo realicemos la Gran Misión Continental. Será un nuevo Pentecostés que nos impulse a ir, de manera especial, en busca de los católicos alejados y de los que poco o nada conocen a Jesucristo, para que formemos con alegría la comunidad de amor de nuestro Padre Dios. Misión que debe llegar a todos, ser permanente y profunda”.
“Hoy, toda la Iglesia en América y El Caribe quiere ponerse en estado de misión permanente” (A 213). “Este despertar misionero en forma de una Misión Continental… requerirá la decidida colaboración de las Conferencias Episcopales y de cada diócesis en particular. Buscará poner a la Iglesia en estado permanente de misión” (A 551).
Es el mismo Papa Benedicto XVI quien nos ha invitado a “una misión evangelizadora que convoque todas las fuerzas vivas de este inmenso rebaño” que es pueblo de Dios en América Latina y El Caribe: “Sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que se prodigan, muchas veces con inmensas dificultades, para la difusión de la verdad evangélica”. Es un afán y anuncio misioneros que tiene que pasar de persona a persona, de casa en casa, de comunidad a comunidad…La comunidad eclesial se destaca por las iniciativaspastorales, al enviar, sobre todo entre las casas de las periferias urbanas y del interior, sus misioneros, laicos o religiosos, buscando dialogar con todos en espíritu de comprensión y de delicada caridad. Esa misión evangelizadora abraza con el amor de Dios a todos y especialmente a los pobres y los que sufren. Por eso, no puede separarse de la solidaridad con los necesitados y de su promoción humana integral” (A 550).
“Esta firme decisión misionera debe impregnar todas las estructuras eclesiales y todos los planes pastorales de diócesis, parroquias, comunidades religiosas, movimientos y de cualquier institución de la Iglesia. Ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en los procesos constantes de renovación misionera, y de abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe” (A 365).
“La Diócesis, en todas sus comunidades y estructuras, está llamada a ser una “comunidad misionera”. Cada Diócesis necesita robustecer su conciencia misionera, saliendo al encuentro de quienes aún no creen en Cristo en el ámbito de su propio territorio y responder adecuadamente a los grandes problemas de la sociedad en la cual está inserta. Pero también, con espíritu materno, está llamada a salir en búsqueda de todos los bautizados que no participan en la vida de las comunidades cristianas (A 168).
II. Características de la Misión Continental
Esta Misión debe ser diferente a otras experiencias misioneras:
1.La Misión es permanente. Se identifica con el proyecto evangelizador de Aparecida, de acuerdo a los Planes Diocesanos de Pastoral, y otros procesos de formación en la fe. No se agota en las actividades particulares, sino que se pretende dinamizar el anuncio de Jesucristo a realizar permanentemente en cada una de las comunidades, origina procesos que continúan y crean estructuras que aseguren esa permanencia.
2.La Misión se realiza en los varios niveles de la Iglesia del Continente. Aunque la propuesta es para todo el Continente, su organización y realización concreta corresponde a cada país y a cada diócesis, determinando sus particularidades, de acuerdo a las líneas marcadas por el CELAM, las directrices de la Conferencia Episcopal. Se elabora un proyecto a nivel diocesano a realizarse en cada comunidad parroquial o cuasiparroquial con acompañamiento para sintonía y ayuda solidaria desde el nivel Provincia Eclesiástica, que asegura la relación con el nivel nacional y el continental.
3.La Misión es integral e integradora. Pretende llegar a la totalidad de los habitantes de las comunidades: hombres y mujeres, multitudes y grupos; indiferentes y alejados. Tanto territorial (en las unidades geográficas) como sectorial (para los diferentes sectores humanos, ambientes y actividades). Abarca no sólo celebraciones y anuncio, sino también acción social y estructural como respuesta a las distintas necesidades. Cuida los cinco aspectos del proceso evangelizador (encuentro con Cristo, conversión, discipulado, comunión y misión). Urgen metodologías para llegar a los ambientes.
4.Busca multiplicar el número de discípulos misioneros, e integrarlos en las pequeñas comunidades de nuestros sectores parroquiales. En todos sus momentos y etapas busca formar discípulos misioneros. Jesús a cada uno de los que llamó a ser sus discípulos, los fue integrando a su comunidad. La Misión en la diócesis busca que todos los discípulos de Jesús vivan una experiencia comunitaria más cercana de comunión que la que se realiza en las parroquias. En la parroquia se requiere multiplicar las pequeñas comunidades eclesiales. La parroquia tiene que renovarse como comunidad de comunidades; como parroquia misionera; dejar de ser sólo un centro de distribución de servicios.
5.Algunas opciones metodológicas: Seguir la Pedagogía del encuentro humano (salir, ir a donde están las personas, con cercanía afectiva, en diálogo con los indiferentes, con actitud de apertura) y la comunión (integración en comunidades). Permitir el papel privilegiado de los laicos para un protagonismo en la evangelización de las realidades temporales. Reafirmar la opción por los más pobres y excluidos.
III. Orientaciones de la CEM
En noviembre de 2008, al iniciar la 86º asamblea plenaria de la CEM, en la Basílica de Guadalupe, Mons. Carlos Aguiar Retes hizo la Convocación a la Misión Continental en nuestra Patria, y en la Sede del Lago de Guadalupe se entregó el proyecto base que ofrece a la diócesis. Hacemos una síntesis, con algunos comentarios.
OBJETIVO GENERAL: Promover, animar y acompañar, bajo el impulso del Espíritu Santo, la vocación al discipulado de todos los cristianos, para fortalecer desde el encuentro con Jesucristo la vida y la misión de la Iglesia, signo universal de salvación, en este tiempo de gracia y desafíos que vive el país..
Objetivos específicos:
1.Promover el encuentro con Jesucristo a través del Kerigma y de la iniciación cristiana, para suscitar un camino de conversión personal, alegre y decidido.
2.Reforzar con la Palabra de Dios los procesos de formación cristiana integral y permanente. Revitalizar la comunión eclesial para forjar discípulos fieles de Jesús, capaces de entusiasmar a los demás con su testimonio.
3.Dar prioridad a la Eucaristía para que nuestras comunidades vivan y celebren con gozo el Misterio de Jesucristo.
4.Impulsar la vocación específica de los laicos, para que participen decididamente en la transformación social del país y de la cultura, preocupados particularmente de los pobres, de los jóvenes, de los niños y de las familias.
5.Fortalecer en el corazón de los fieles el amor a Santa María de Guadalupe: Madre, perfecta discípulo y pedagoga de la evangelización, y acompañar las expresiones y la vivencia de la piedad popular.
Criterios:
•Simultaneidad, flexibilidad e irradiación.
•Conversión pastoral de personas y estructuras.
•Comunión con la Iglesia (local, universal, acontecimientos).
•Red de participación (diócesis, provincias, CEM, CELAM).
•Renovar y recuperar la dimensión misionera de la Iglesia.
•Ecumenismo y diálogo interreligioso; que no sea proselitista..
Guía: Documento de Aparecida.
Etapas:
•Sensibilización.
•Profundización y formación.
•Realización (en los ámbitos territorial y sectorial, que genere una acción permanente).
• Evaluación (aporte propio de la CEM).
Proceso (las 4 A):
•Aceptación: del llamado de Cristo, del impulso del Espíritu y de la invitación de la Iglesia.
•Acercamiento: contacto personal, diálogo y testimonio.
•Anuncio: de Jesús, de su mensaje y de la Iglesia.
•Acogida: pertenencia a la comunidad con sentido nuevo, regreso en clima de aceptación, ingreso e inserción en el apostolado misionero.
Roles:
Provincias Eclesiásticas:
•Acompañar y motivar la misión en los encuentros de Comisiones y de Obispos.
•Crear una Comisión que anime y dé seguimiento a la misión en las diócesis.
•Realizar trabajo conjunto de las diócesis de la Provincia con sentido de comunión eclesial.
•Elaborar los subsidios que considere pertinentes para la formación de agentes y evangelizadores del proyecto misionero.
•Evaluar.
Diócesis:
•Es el sujeto y lugar clave de la misión.
•Revisar el Plan de Pastoral a la luz de Aparecida, a fin de darle una gran renovación misionera interna que contemple, como signo de madurez, la misión ad gentes.
•Encargar a la Vicaría de Pastoral la animación de la Misión Diocesana.
La Parroquia:
•Es el lugar privilegiado para poner en práctica la MC.
•Renovarla como Comunidad de comunidades
•Renovarla como parroquia misionera
•Para su renovación tener en cuenta: párroco y equipo sacerdotal, agentes de pastoral, piedad popular, bautizados alejados.
Orientaciones y acciones comunes:
•Aprovechar los momentos fuertes del Año litúrgico: Epifanía, Pascua, Pentecostés, Guadalupe.
•Elaborar subsidios misioneros, póster, spots, videos, página Web.
•Acompañar desde las Provincias.
•Formación de agentes de Provincias.
IV. Acuerdos de la Provincia Eclesiástica de Guadalajara (Reunión de Obispos y Vicarios de pastoral el 03 de marzo del 2009 en Guadalajara).
1.Imprimir un poster en común para toda la Provincia Eclesiástica.
2.Cada Diócesis inicia la Misión Continental escogiendo la fecha que más le convenga pastoralmente.
3.La fecha de inicio a nivel de la Provincia será el Domingo de Pentecostés (31 de mayo) con el motivo de la renovación de la Consagración de México al Espíritu Santo.
4.Otros acuerdos:
5.Cada Diócesis irá viviendo la MC de acuerdo a su proceso (Plan diocesano de pastoral)
6.El equipo animador de la MC es el Consejo provincial de Vicarios de pastoral.
7.Este equipo seguirá compartiendo experiencias diocesanas, en cuanto a trabajos, metodologías y materiales para implementar la Misión.
8.De la 87 Asamblea de la CEM: renovación parroquial: párroco y equipo sacerdotal, agentes de pastoral, piedad popular, bautizados –alejados.
V. Nuestra Diócesis:
Estamos en la etapa de la Sensibilización: Campaña de oración, estampa con la oración, poster en parroquias y familias, Promulgación, encuesta parroquial.